3 diciembre 2016. Sábado de la primera semana de Adviento – San Francisco Javier – Puntos de oración

1.    Oración preparatoria: hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en la presencia de Dios. Invocamos la ayuda del Espíritu Santo y rezamos mentalmente la oración preparatoria de Ejercicios (EE 46): “Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad.”
2.    Petición. Pedimos en la memoria de San Francisco Javier, por las intenciones del Papa Francisco, también jesuita y misionero de la misericordia.
3.    Puntos para orar: Estamos empezando el Adviento, un tiempo de preparar el corazón y de espera anhelante a la llegada del Señor en la Navidad. Dentro de pocos días, el martes 8 de diciembre, Fiesta de la Inmaculada. Hoy celebramos también la memoria del gran misionero navarro, español y universal San Francisco Javier (1506–1552). Desde su conversión en París, estuvo disponible para llevar el mensaje de la  misericordia allí donde le llevará la voluntad de Dios manifestada a través de la obediencia a las circunstancias y a sus superiores. Fue uno de los primeros compañeros de San Ignacio de Loyola que sembró los países del Extremo Oriente, con el anuncio de la misericordia de Dios para todos los hombres.
Y a nosotros, en nuestros ambientes y entre nuestros compañeros de profesión, en nuestra familia y entre nuestros amigos y enemigos, el Señor nos confía también la misma misión que a San Francisco Javier, la misma que hoy resuena en el evangelio: “id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos arrojad demonios. Gratis lo habéis recibido, dad gratis” (Mt 9,35 – 10,8) Somos testigos de la misericordia de Dios en nuestras vidas, tantas veces perdonando y compadeciéndose de mis miserias e infidelidades. Y me invita a ser misericordioso como él lo ha sido conmigo, anunciando de esa manera su misericordia.
4.    Unos minutos antes del final de la oración: Diálogo con la Virgen. Avemaría.
5.    Examen de la oración: ver cómo me ha ido en el rato de oración. Recordar si he recibido alguna idea o sentimiento que debo conservar y volver sobre él. Ver dónde he sentido más el consuelo del Señor o dónde me ha costado más. Hacer examen de las negligencias al preparar o al hacer la oración, pedir perdón y proponerme algo concreto para enmendarlo.

6.    Jaculatoria para hoy: hacemos nuestro la antífona que se responde al salmo 146: “Dichosos los que esperan en el Señor”para repetirlo a lo largo de nuestro día e intentar pedir la luz y la misericordia de Dios en las circunstancias de nuestra vida cotidiana.

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