10 enero 2017. Martes de la primera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.
Una vez que ya nos hemos puesto en presencia de Dios pidiendo la asistencia del Espíritu Santo, podemos repetir al Señor lentamente y varias veces: “Jesús en Ti confío, Jesús en Ti confío,…”.
Este domingo pasado hemos terminado el tiempo litúrgico de la Navidad, con la celebración del Bautismo del Señor. En la Navidad el mismo Dios se ha hecho niño para acercarse a nosotros, como nunca nadie lo hubiese imaginado. El domingo pasado con la celebración de su Bautismo, Jesús se vuelve a acercar a nosotros, bautizándose como uno más, cuando al mismo Dios no le era necesario. Son señales claras del amor profundo que Dios tiene a los hombres, imagen de Él mismo. En las lecturas de la Misa de hoy, tanto en el salmo como en la primera lectura, se nos recuerda que Dios nos vuelve a exaltar y se vuelve a humillar por amor a nosotros cuando nos dice: “Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré”. Nos ama con locura y por ello entregó a su Hijo para santificarnos.
A lo largo de este año estaría muy bien que nos acordásemos todos los días de estos ejemplos de amor de Dios hacia nosotros para que seamos conscientes de que debemos corresponder a ese amor sin medida. Así, nos uniremos más a su Sagrado Corazón y no tendremos nada que temer porque Él nos protege.

Nos encomendamos a la Santísima Virgen para que nos ayude a ser conscientes del amor profundo que Dios nos tiene y para que seamos capaces de corresponderle como ella hizo con su fiat.

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