13 mayo 2017. Sábado de la IV semana de Pascua – Nª Sª de Fátima – Puntos de oración

Ven Espíritu Santo, ven por María”
“A Dios que concede el hablar y el escuchar le pido hablar de tal manera que el que escucha llegue a ser mejor y escuchar de tal manera que no caiga en la tristeza el que habla”
100 años de la visita de Nuestra Madre. En Cova de Iria, Fátima, baja del Cielo la Madre de Dios…
“Quien había esperado en impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia debe quedar desilusionado […] El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa [la del Evangelio]” (Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe).
El mensaje de Fátima tiene un calado especial, pero no más que las palabras del Evangelio. Fátima es Evangelio. Como tal, nos invita a volver al corazón de Cristo, a su Palabra. Fátima es recuerdo: la Revelación universal es definitiva en Cristo y Fátima nos los recuerda. El mensaje de la Virgen se puede resumir en tres:
-          Conversión: Eso significa penitencia (viene del latín): “Paenitemini et credite Evangelio” (Convertíos y creed en el Evangelio”. Invitación a la conversión. En la lectura de hoy nos da la clave de una conversión: “casi toda la ciudad acudió a oír la palabra del Señor…”, “Se alegraron y alababan la palabra del Señor…”. Conversión es volverse al Señor. Es cambiar el foco, de alumbrarnos a nosotros a alumbrarle a Él. Solo fijarnos en Él hará que el resto venga por añadidura: nuestra entrega a los demás, nuestra santidad…)
-          Ofrecimiento: es el fruto de la conversión. Deseo de que “los confines de la tierra contemplen la salvación de nuestro Dios” (Salmo de hoy). Consagración de cada uno por la causa de la Buena Noticia, por amor a Él, porque ardo en Él…
-          Confianza: “Confiad en mi Corazón” en boca de la Virgen es el “Lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré” del Evangelio de hoy. Que nadie piense que amar con locura a la Virgen es amar menos a Cristo. Ella nos llevará a Él y Él a la gloria de Eterna y Amorosa Trinidad: “Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí”. Y añado yo: y al lado la Virgen y de su mano, tú y yo.

Feliz oración. Feliz día de Nuestra Madre. Tú abogada nuestra, intercede por nosotros al Padre, cuyo Hijo nos diste.

Archivo del blog