24 mayo 2017. Miércoles de la VI semana de Pascua – Sª María Auxiliadora – Puntos de oración

¡Santa María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros!
Dentro del mes de mayo, mes de la Virgen, hoy 24, es un día muy especial.  Celebramos la festividad de María Auxiliadora, devoción extendida por el mundo por los salesianos, obra fundada por San Juan Bosco. Este santo fue quien mandó construir una Basílica en su honor en Turín, (Italia). El Padre Morales nos hablaba con mucho cariño de él e incluso le dedicó una semblanza, de las más entrañables. El grupo de jóvenes de la Milicia que fue a la JMJ de Cracovia tuvo la oportunidad de visitar dicha Basílica. Los que hemos estado en este santo lugar, hacemos especial memoria de ese momento. Empecemos entonces pidiéndole a Ella que nos abra al Espíritu en este rato de oración.
En la primera lectura leemos el conocido discurso de San Pablo en el Areópago. Acaba la lectura diciendo que al oír a San Pablo hablar de “resurrección entre los muertos” unos lo tomaban a broma y otros dijeron “de esto te oiremos hablar en otra ocasión”. A nosotros, a veces, cuando predicamos a Jesucristo con nuestras palabras, pero no con nuestra vida, nos pasa algo parecido. Nuestra predicación debe ser más con las obras que con las palabras, pues como dice el refrán “obras son amores, y no buenas razones”. De nada vale decir que amamos al prójimo, de palabra, si ese amor no se traduce en obras concretas de caridad. La Resurrección que predica San Pablo nos debería motivar a ello, en especial en este tiempo Pascual. Por otro lado, el apóstol también nos da una lección de perseverancia ante las adversidades y humillaciones, pues su tesón no se vio mermado ante este fracaso aparente, sino que lo transformó en oportunidad para evangelizar de una manera nueva. Podríamos también, durante nuestra oración, analizar nuestra actitud frente a situaciones parecidas. Quizá más de una vez hemos tenido la oportunidad de manifestar nuestra fe en conversaciones con los amigos de la escuela, universidad o trabajo, y se han burlado de nuestras palabras, han puesto mala cara o simplemente nos han ignorado, ¿Cuál es nuestra actitud en estas circunstancias? Que terminemos esta reflexión teniendo claro que es propio de los auténticos apóstoles de Jesucristo sufrir reveses por predicar su mensaje.

A pesar del descontento de la mayoría, San Pablo, inflamado de amor por el Espíritu, arrastró por su predicación a “algunos” dice la lectura de los hechos de los apóstoles. Ese es el Espíritu de la verdad del que nos habla Jesús en el evangelio. Y es que, si nos abrimos a Su acción, nuestro apostolado siempre tendrá fruto, aunque no lo veamos claramente al principio. Pidámosle a María Auxiliadora en este día nos dé siempre un corazón dispuesto a acoger ese Espíritu, para nunca desanimarnos ante los fracasos aparentes.

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