16 diciembre 2017. Sábado de la II semana de Adviento – Puntos de oración

En la lectura del Eclesiástico se nos muestra al profeta Elías: “surgió como un fuego, sus palabras quemaban como antorcha”.
Dios nos insta a que una de las características de nuestra vida sea el ser profetas:
Con nuestra presencia: quienes nos rodean inconscientemente sentirán el reflejo de lo divino en nuestra postura humilde, elegante, de mirada limpia y sincera.
Con nuestra palabra: nuestras palabras hablarán de Dios cuando estemos impregnados de Él en oración que queda extendida durante toda la jornada; de otra forma podemos decir Sus palabras sin transmitirle, pero de esta forma, hasta las palabras cotidianas pueden mostrarle.
Con nuestro ejemplo: por primera norma, la caridad, como Felipe Neri; y según sea nuestra vivencia, todas las demás formas de actuar serán desembocadura de esta norma. Siempre humildes, atentos, mostrando la dulce alegría del cristiano, sabiendo esperar y haciendo las cosas bien. El ejemplo es la mejor enseñanza, el mejor método de hacer-hacer, la manera más eficaz de alcanzar la santidad educadora.
Queremos ser profetas con estas características, pero como cada uno somos “un mundo”, necesitamos una personalización, a través de la guía y dirección espiritual y en esta mañana a través de la oración que vamos a iniciar en silenciosa conversación con Dios Eucaristía. Especialmente unidos en este mes mariano a la Virgen embarazada, que estará rezando con y por nosotros.

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